En ese momento la chica sintió una ráfaga de viento cerca de su cuerpo, se estremeció, pero no en mala manera, se sintió intrigada, incluso algo confusa. Se volteó a mirar quién pudo pasar tan raudamente, obviamente algún vampiro. No cabía duda.
Le miro desde fuera de la habitación
con ojos inquisidores, con malicia y algo de enojo, en realidad
siempre le miraba un poco enojada. Klaus desde dentro le observó
divertido.
- Deseas decirme algo pequeña lobita?-
le pregunta relajadamente el vampiro
- Eres un patán como siempre, lo sabes?
- Lo se mi linda lobita
- Deja de decirme así, no soy tu
lobita. Ya no soy una loba de hecho, no completamente, dice
Hayley-bajando un poco la mirada, algo triste.
Klaus se acerca a ella, le roza su
mejilla, le obliga a mirarle.
- No te pongas triste mi dama, eres
preciosa tal como eres ahora.
- Eres un... ya cállate Klaus, no
tienes que decirme esas cosas.
- Es la verdad, me gusta en lo que te
has transformado.
- Solo te gusta, porque ya no eres el
único.
- Quizá en parte, debo admitirlo. Sin
embargo, me refiero a que me gusta lo guerrera que eres, y que lo has
sido siempre, de hecho.
La chica solo le mira un poco perpleja,
algo distante, intrigada sin embargo.
Ese incomodo silencio.
Hayley toma la mano de Klaus y la quita
de su mejilla y se aleja un poco, pero el chico el agarra el brazo
fuertemente sin dejar que escape.
- No tienes que irte todavía, podemos
conversar un rato, se que te sientes algo extraña ahora. Fuera de
lugar. Fuera de tu forma. Se que crees que no encajas. Lo se porque
yo me sentía igual- Le dice suavemente Klaus
Un breve silencio llenó la habitación.
Ambos chicos entraron, la puerta se
cerró tras ellos.
Klaus continuó:
- Debo ser una de las pocas personas
que pueden entender como te sientes ahora, puedes conversarlo conmigo
Hayley, realmente no estás sola. Y después de todo, eres la madre de
mi hija, nunca te dejaré sola, te protegeré siempre mi pequeña
lobita, nunca quiero que lo dudes.
La chica sonrió por primera vez, desde
mucho tiempo.
- Creo que después de todo, eres un
buen chico Klaus, ¿donde tenias escondido ese corazón?- Indica ella
- No le digas a nadie que tengo uno, ¿quieres?
- Klaus, yo... todo es tan tan
distinto, ni si quiera sabría como comenzar. Quizá podría comenzar
por el hecho que Elijah, ya no me ve igual que antes.
- Te gusta verdad?
- Eh?? no, es decir... no lo se. yo...
- Bueno, tu le gustas mucho. Solo tiene
que adaptarse a la idea que ahora te pareces un poco mas a su hermano
temperamental y despiadado.
La chica le mira intrigada sin saber
qué contestar.
La situación se vuelve a tornar
incomoda, de modo que Klaus decide simplemente abrazarla. Hayley se
deja envolver por esos fuertes brazos. Sus sentidos captan cada
movimiento de esos músculos, siente su olor, lo que le parece
delicioso, a pesar que es un vampiro, o bueno, en realidad es un
híbrido, al igual que ella, quizá por eso se le hizo tan familiar,
tan reconfortante, eso, además de la idea de que alguna vez ya se
dejó llevar por esos hechizantes ojos y ese cuerpo perfecto.
La chica correspondió el abrazo,
rodándole también, aunque tímidamente y con sus manos hechas puños
muy apretados, era esa la única resistencia, que pronto fue vencida
por los encantos del vampiro.
No pasó mucho tiempo, cuando Hayley se
descubre siendo descaradamente besada en el cuello por los labios de
Klaus mientras un fuego poco a poco le comenzaba a invadir desde
dentro. Su respirar se vuelve agitado, el vampiro se da cuenta de
ello, de modo que voltea a la chica quedando sobre ella para mirarla
a los ojos por unos minutos, luego se acerca lentamente a sus labios
y la besa definitivamente, a lo que la loba responde activamente
casi devorando su boca mientras sus pequeñas pero ágiles manos
quitan la ahora estorbosa ropa del vampiro, quedando éste a torso
descubierto, posteriormente, en una rápida maniobra saca también la
parte superior de su propia vestimenta.
El vampiro esta notoriamente excitado
por lo que quita sus pantalones dejando totalmente al descubierto el
resto de su delicioso cuerpo y sin poder soportar mucho mas, levanta
el delgado cuerpo de su lobita y termina de desnudarle. Ella, que
ahora está completamente entregada al híbrido, se recuesta y deja
que Klaus termine lo que comenzaron sutilmente y sin pensar aquella
tarde.
CONTINUARÁ...
By Lina en Ciel