viernes, 2 de noviembre de 2007

Cuarto












Elle despierta de su ensueño, abre los ojos y se encuentra con la sensual boca de Light, aquella que acaba de descubrir lo excitante que resulta besarla.
Entonces oye la inesperadamente suave voz del chico:


- Te Quiero
.
Por fin cae en cuenta de todo lo ocurrido, se había dejado llevar por el momento.

“Quizá me esté faltando una novia” piensa.
“dejarme llevar por este chico, que en realidad es muy guapo...”
“¡¡pero qué demonios estoy pensando!!, ¡¡será guapo, pero no es razón para dejar que me bese a su placer!!”

- Te quiero – repite
Elle abre los ojos desorbitadamente. “no puede ser cierto”

- Te quiero... comer. – Light concluye la frase, sin pensar demasiado. Estar cerca de L le hacía pensar y decir cosas extrañas, lo que se estaba convirtiendo en un molesto vicio.

- ¡¡Qué!! – exclama Elle mientras trata de zafarse de los brazos del otro chico frenéticamente.

- Oh, lo siento, Ryuzaki, no quise decir eso – Light intenta inútilmente de disculparse de la tontería que acababa de decir.
“Y justo ahora que lo tenía casi listo, digo una estupidez y lo arruino todo” la mente de Light trabajaba a mil por hora pero no arrojaba nada coherente.
“Sin embargo, y llegado tan lejos, no lo puedo dejar” concluye para si mismo. Estaba decidido.

Vuelve la mirada, L continúa a su lado, inmóvil.
“Quizá también él quiera esto, quizá simplemente no se atreve”
Las manos en las rodillas, parecía a un paso de explotar.
“Si vas a explotar, que sea en mi boca Ryuzaki”

- Ryuzaki – comienza torpemente – creo que estar cerca de ti no me deja pensar muy bien.

Un silencio sepulcral vuelve a reinar en la habitación.

- Me pones nervioso, Ryuzaki – continuó la voz de Light.
- ¿Qué quieres de mi? – pregunta fríamente Elle, al tiempo que gira la cabeza para mirarle de frente. - ¿De verdad quieres acostarte conmigo? – interroga gravemente.

Entonces Light se encuentra con los fríos y negros ojos de Elle sumados a su voz cortopunzante. “¿de verdad quiero a este chico?” se pregunta a si mismo.

- Yagami kun – increpa nuevamente Elle – ¿es eso lo que quieres?
- Té quiero a ti, Ryuzaki - responde volviendo a su habitual tono arrogante, mientras se acerca sutilmente a su cuello.
“Y no te dejaré escapar fácilmente, tenlo por seguro” se promete justo antes que sus labios toquen la pálida piel.

***


LiNA en CieL

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