martes, 11 de noviembre de 2014

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En ese momento la chica sintió una ráfaga de viento cerca de su cuerpo, se estremeció, pero no en mala manera, se sintió intrigada, incluso algo confusa. Se volteó a mirar quién pudo pasar tan raudamente, obviamente algún vampiro. No cabía duda.
Le miro desde fuera de la habitación con ojos inquisidores, con malicia y algo de enojo, en realidad siempre le miraba un poco enojada. Klaus desde dentro le observó divertido.

- Deseas decirme algo pequeña lobita?- le pregunta relajadamente el vampiro
- Eres un patán como siempre, lo sabes?
- Lo se mi linda lobita
- Deja de decirme así, no soy tu lobita. Ya no soy una loba de hecho, no completamente, dice Hayley-bajando un poco la mirada, algo triste.

Klaus se acerca a ella, le roza su mejilla, le obliga a mirarle.

- No te pongas triste mi dama, eres preciosa tal como eres ahora.
- Eres un... ya cállate Klaus, no tienes que decirme esas cosas.
- Es la verdad, me gusta en lo que te has transformado.
- Solo te gusta, porque ya no eres el único.
- Quizá en parte, debo admitirlo. Sin embargo, me refiero a que me gusta lo guerrera que eres, y que lo has sido siempre, de hecho.

La chica solo le mira un poco perpleja, algo distante, intrigada sin embargo.
Ese incomodo silencio.
Hayley toma la mano de Klaus y la quita de su mejilla y se aleja un poco, pero el chico el agarra el brazo fuertemente sin dejar que escape.

- No tienes que irte todavía, podemos conversar un rato, se que te sientes algo extraña ahora. Fuera de lugar. Fuera de tu forma. Se que crees que no encajas. Lo se porque yo me sentía igual- Le dice suavemente Klaus

Un breve silencio llenó la habitación.
Ambos chicos entraron, la puerta se cerró tras ellos.
Klaus continuó:

- Debo ser una de las pocas personas que pueden entender como te sientes ahora, puedes conversarlo conmigo Hayley, realmente no estás sola. Y después de todo, eres la madre de mi hija, nunca te dejaré sola, te protegeré siempre mi pequeña lobita, nunca quiero que lo dudes.

La chica sonrió por primera vez, desde mucho tiempo.

- Creo que después de todo, eres un buen chico Klaus, ¿donde tenias escondido ese corazón?- Indica ella
- No le digas a nadie que tengo uno, ¿quieres?
- Klaus, yo... todo es tan tan distinto, ni si quiera sabría como comenzar. Quizá podría comenzar por el hecho que Elijah, ya no me ve igual que antes.
- Te gusta verdad?
- Eh?? no, es decir... no lo se. yo...
- Bueno, tu le gustas mucho. Solo tiene que adaptarse a la idea que ahora te pareces un poco mas a su hermano temperamental y despiadado.

La chica le mira intrigada sin saber qué contestar.
La situación se vuelve a tornar incomoda, de modo que Klaus decide simplemente abrazarla. Hayley se deja envolver por esos fuertes brazos. Sus sentidos captan cada movimiento de esos músculos, siente su olor, lo que le parece delicioso, a pesar que es un vampiro, o bueno, en realidad es un híbrido, al igual que ella, quizá por eso se le hizo tan familiar, tan reconfortante, eso, además de la idea de que alguna vez ya se dejó llevar por esos hechizantes ojos y ese cuerpo perfecto.

La chica correspondió el abrazo, rodándole también, aunque tímidamente y con sus manos hechas puños muy apretados, era esa la única resistencia, que pronto fue vencida por los encantos del vampiro.

No pasó mucho tiempo, cuando Hayley se descubre siendo descaradamente besada en el cuello por los labios de Klaus mientras un fuego poco a poco le comenzaba a invadir desde dentro. Su respirar se vuelve agitado, el vampiro se da cuenta de ello, de modo que voltea a la chica quedando sobre ella para mirarla a los ojos por unos minutos, luego se acerca lentamente a sus labios y la besa definitivamente, a lo que la loba responde activamente casi devorando su boca mientras sus pequeñas pero ágiles manos quitan la ahora estorbosa ropa del vampiro, quedando éste a torso descubierto, posteriormente, en una rápida maniobra saca también la parte superior de su propia vestimenta.

El vampiro esta notoriamente excitado por lo que quita sus pantalones dejando totalmente al descubierto el resto de su delicioso cuerpo y sin poder soportar mucho mas, levanta el delgado cuerpo de su lobita y termina de desnudarle. Ella, que ahora está completamente entregada al híbrido, se recuesta y deja que Klaus termine lo que comenzaron sutilmente y sin pensar aquella tarde.  


CONTINUARÁ...

By Lina en Ciel 

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